Este establecimiento fué, inicialmente, una antigua venta rural, con más de 300 años, que ha sido reformada y remodelada, hasta convertirla en una hospedería rural.
Dispone de una variada carta de platos, recuperados de la tradición popular y del convento de S. Diego (1702) a la voz de Ave María Purísima, cuyos aromas hunden sus raíces en el más genuino crisol que supuso la cultura de Al-Andalus. Cuenta 21 habitaciones situadas junto a la antigua venta de arrieros S. XVII, para perderse, para descansar, para olvidar, para soñar… Además de estos servicios se puede disfrutar de habitaciones cueva y baños árabes.
El Ventorro ha sido certificado con la Marca de Calidad Territorial del Poniente Granadino, en alojamiento y restauración.