Nuestro restaurante está ubicado en una antigua cueva excavada en el barro, anteriormente utilizada para la elaboración y conservación del vino. La historia de este restaurante es la historia de una ilusión, de un proyecto a largo plazo, de un “querer hacerlo bien”, o quizás “hacerlo mejor”. Y así la vieja cueva se convirtió en sabores, en olores y cómo no, en un profundo respeto por el buen comer y un viajar por fogones, con productos de aquí y de allá, diversidad de contrastes y mucho cariño. Porque, después de todo, lo único que sabemos es cocinar para usted.
Las cuevas se alinean a las afueras de los pueblos aprovechando las lomas o escarpes del terreno. En el caso de la villa de Valdevimbre las tiene en las colinas que rodean al pueblo.
Durante siglos sus habitantes han perforado el subsuelo de esta zona constituido por una profunda capa impermeable de arcilla muy compacta, homogénea y consistente que alcana espesores entrono a 40 metros. Este elemento arquitectónico se caracteriza por sus bóvedas y arcos interiores, practicados en la tierra desnuda.
Gracias a la intensa, minuciosa, constante y ardua restauración de la cueva, Los Poinos ofrece un ambiente cargado de magia, misterio y tradición.
Disfrute de nuestra carta, nuestros caldos y como no de nuestro menú degustación de temporada.
En invierno, cerrado martes noche y miércoles todo el día.
En verano, cerrado el miércoles todo el día.