Asier y Miriam, provenientes del mundo de la investigación agraria, han logrado combinar técnicas tradicionales con innovaciones tecnológicas para obtener productos de alta calidad, diferenciados y respetuosos con el medio ambiente. De esta forma, surgió Bodegas Sel D’Aiz, un proyecto familiar y apasionante que ha sido posible gracias al esfuerzo, la ilusión y los conocimientos de sus creadores. El vino que producen es único y refleja tanto los valores de la tierra como la personalidad de sus autores.
La bodega presta un cuidado meticuloso a sus cepas, utilizando métodos tradicionales junto con nuevas tecnologías para controlar cada uno de los parámetros dentro del viñedo. El marco de plantación es de 2,50 metros de calle y 1-1,25 metros entre cepas, lo que se traduce en una densidad de plantación de entre 3.300 y 4.000 cepas por hectárea. En 2009, plantaron las variedades de uva Albariño (40%), Riesling (40%) y Godello (20%).
En resumen, Bodegas Sel D’Aiz ha logrado combinar la sabiduría tradicional con la tecnología para producir un vino de alta calidad y carácter único, que refleja tanto los valores de la tierra como la personalidad de sus creadores. Además, el cuidado meticuloso de sus cepas y la incorporación de nuevas tecnologías en la gestión del viñedo demuestran su compromiso con el medio ambiente y la sostenibilidad en la producción de vino.
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